Chicos y grandes acuden para conocer leyendas de aquí y de allá, mover el esqueleto, cantar canciones de cuna y hacer calaquitas y ofrendas a los que ya no están
En su segundo y último día de actividades, la Feria de las Calacas registra una gran afluencia de gente, entre niños, papás y familias enteras que, como cada año, acuden al Centro Nacional de las Artes (Cenart) a celebrar de manera lúdica, el Día de Muertos.
En su edición XVIII, este encuentro para chicos y grandes ofrece más de 130 actividades, como narraciones orales, talleres, conciertos y funciones de teatro, para que los niños conozcan leyendas de aquí y de allá, muevan el esqueleto, canten canciones de cuna y hagan calaquitas y ofrendas a los que ya no están.