Después del éxito en su estreno mundial en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la Novena sinfonía, danza contemporánea regresa al recinto de Donceles para reafirmar su deseo de homenajear a los seres humanos que han perecido por razones injustas. Tributo a quienes perdieron la vida por su raza, género, preferencia sexual, religión, o ideología política, la propuesta es un acto poético de justicia para quienes ya no pueden ejercer su voluntad. Es el grito de impotencia de los secuestrados, torturados, presos políticos, desaparecidos, encerrados, desahuciados, excluidos, que mueren de hambre y los que luchan contra la enfermedad crónica física, o mental. Un espectáculo que hace vibrar al público desde la corporalidad con las eternas notas del clásico que cumple casi dos siglos de su estreno.