Proyecto multidisciplinario que reúne diversas prácticas artísticas con el objetivo de reflexionar sobre las múltiples violencias que sufren los cuerpos de las mujeres. Se trata de un homenaje a las mujeres desaparecidas y asesinadas en nuestro país, también es una celebración a la vida, a la capacidad de estar juntas y resistir.
El punto de partida es la pieza La memoria que arde, la cual será intervenida por seis artistas de diferentes prácticas y trayectorias con el propósito de que emerjan nuevas significaciones a una obra que se propone como un dispositivo de pensamiento y acción.