La confirmación geofísica tanto del cenote como de la segunda subestructura, podría guiar a futuros trabajos de exploración arqueológica para ubicar el acceso al adoratorio primigenio de la zona
El libro La historia extraviada. Arqueología mexicana en el umbral del siglo XXI, de María Elena Matadamas, registra el desarrollo de investigaciones en 14 sitios y zonas arqueológicas de 1992 a 2008, entre los que se incluye Chichén Itzá