En su versión original, Jean Genet se sumerge en el mundo de unas criadas que agobiadas y reprimidas por su condición social se encuentran en el límite de la cordura, desesperadas por definirse a sí mismas y encontrar un rol en la sociedad.
Con un tratamiento de extravagancia cabaretera, la obra hará una introspección universal de todas las religiones, donde se ve a Dios como una figura rentable