Demetruis no aspira a mucho, no aspira a nada. Lleva una vida llena de actos cotidianos: conseguir un empleo, una esposa, una casita de infonavit, un carro, un hijo idiota y hasta ahí, nunca plantea algo más grande para su vida, ¿por qué? porque así se usa. Luis Enrique Gutiérrez O. M. crea a un hombre entrañablemente patético a través de un texto irónico, cruel y muy divertido.