El 11 de julio de 2002 afloraron los primeros vestigios de esta pila virreinal que abasteció al Imperial Colegio de la Santa Cruz de Santiago Tlatelolco
‘Tepalcates de colores’, estas fueron las palabras precisas que los vigilantes de la Zona Arqueológica de Tlatelolco usaron para describir a los primeros vestigios que, recuperados por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), probaron ser parte de la Caja de Agua del Imperial Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco.