Durante el fin de semana de actividades en el festival gastronómico SABORES DE YUCATÁN la Blanca Mérida demostró una vez más los motivos que la hacen la capital cultural y gastronómica del sureste de México, su arquitectura con un universo de quehaceres y placeres que logran enmarcar su cocina a traque deslumbra con los detalles del mestizaje del pueblo Maya y la presencia europea son sinónimos de lo que representa su cocina con sus productores, cocineras y cocineros tradicionales, chefs, especias endémicas y sobre todo el sabor de lo local fruto de la misma fusión cultural.