· La puesta en escena fue realizada por la Compañía Profesional de Teatro de Azcapotzalco

· Una fábula para títeres y actores escrita y dirigida por Salvador Lemis

· Podrá disfrutarse en dicho recinto del Centro Cultural del Bosque hasta el domingo 19 de agosto; se suspenderá la función del sábado 18

· Participó en el prestigiado Carmel Klavier International Piano Competition for Young Artists, en el que concursaron más de 200 pianistas de varios países

· A siete años del fallecimiento de la vocalista de la legendaria banda de rock Santa Sabina, se proyectó en el recinto de Donceles Rita, el documental

Miércoles 8 de agosto; 12 horas

Dones, duelos y santos. Ensayos sobre religiones en Oaxaca, de Alicia M. Barabas, consta de ocho capítulos y un prólogo de Alfredo López Austin *** Aborda las creencias y prácticas religiosas, no como hechos culturales aislados, sino en su articulación con diversos campos y pensamiento social

El programa inició con la participación del pianista ruso mexicano Vladimir Petrov, quien interpretó el primer movimiento del Concierto no. 1 para piano, de Piotr Illich Tchaikovski Cuernavaca, Morelos.- Después de 14 días de campamento intensivo, con ocho horas diarias de práctica musical, de repasar las notas en el tiempo libre; de las dinámicas de grupo, los juegos, el tiempo libre, la hora llegó a las 17:00 horas, de este sábado 4 de agosto. El escenario del Teatro Ocampo de Cuernavaca, Morelos estaba dispuesto para ellos, 123 niños, niñas y adolescentes con su instrumento en mano prestos a realizar sus interpretaciones y el público morelense aplaudió hasta enrojecer sus manos.

Después de su gran éxito en Ámsterdam, Países Bajos, Laleget Danza estrenó en México su nueva propuesta, The Coat, proyecto de colaboración artística entre Diego Vázquez, y la coreógrafa y bailarina holandesa, Faizán Grootens, convertido en una metáfora sobre la protección y la identidad, materializadas en un abrigo que, por momentos, es el personaje principal.

Un amplio examen sonoro de resonancias naturales y electrónicas procesadas: ruidos, ecos, murmullos, voces, silbidos, golpeteos, timbres, trinos, graznidos, cacareos y cantos; campanas, lluvia, agua en corriente, pulsos, el viento expandido en el aire y otras sonoridades conjugadas que evocan a la naturaleza y el pulsar de la vida con el espacio acústico, abren infinitas experiencia auditivas que sólo el violoncello eléctrico puede ofrecer.